Sep 5, 2007

No tengo paz...

Los que aman mucho al dinero tienen mucho que aprender de La Biblia. Los profetas advierten que nadie puede servir a dos señores, pues menospreciará a uno y amará al otro, o querrá mucho a uno y despreciará al otro. No se puede servir a la vez a Dios y a las riquezas. Porque el amor al dinero es la raíz de toda clase de males. Por codiciarlo, algunos se han desviado de la fe y se han causado muchísimos problemas. Quien ama el dinero, de dinero no se sacia. Quien ama las riquezas nunca tiene suficiente.

El trabajador duerme tranquilo, coma mucho o coma poco. Al rico sus muchas riquezas no lo dejan dormir. Hay un mal terrible en esta vida: riquezas acumuladas que redundan en perjuicio de su dueño, y riquezas que se pierden en un mal negocio. Y si llega su dueño a tener un hijo, ya no tendrá nada que dejarle. Tal como salió del vientre de su madre, así se irá: desnudo como vino al mundo, y sin llevarse el fruto de tanto trabajo. Esto es un mal terrible: que tal como viene el hombre, así se va. ¿Y de qué le sirve afanarse tanto para nada? Además, toda su vida come en tinieblas, y en medio de muchas molestias, enfermedades y enojos. A quien Dios le concede abundancia y riquezas, también le concede comer de ellas, y tomar su parte y disfrutar de sus afanes, pues esto es don de Dios. Y como Dios le llena de alegría el corazón, muy poco reflexiona el hombre en cuanto a su vida.

¿Porqué no reflexiones un poco ahora mismo sobre tu vida y sobre tu futuro eterno? Si fueras a morir hoy, ¿dónde pasarías la eternidad, en el cielo o en el infierno? Vos lo podés asegurar hoy con el simple hecho de "CONFIAR". Poné tu vida en las manos de Jesús, y Él te hará una persona nueva.

Para más información, escribinos en vidamagna@gmail.com.

1 comment:

Anonymous said...

¡Muy buena!