Mar 5, 2010

¡Espero que sí!

Cuando yo pregunto a una persona si piensa que irá al cielo cuando se muera, muchas veces su respuesta es, “Espero que sí”. La esperanza es algo que todos apreciamos, pero según la Biblia, no es para todos. Proverbios 11:7 dice, “Cuando mueren los malvados, mueren con ellos su esperanza y sus sueños de grandeza.” Muchos esperan ser salvos…esperan que Dios los recibirá con brazos abiertos…esperan que exista un purgatorio donde tendrán otra oportunidad. Sin embargo, no es así para los que viven sus vidas de manera egoísta, materialista, y conforme con este mundo. Cuando terminan sus vidas, también terminan sus esperanzas. Hebreos 11: 27 dice, “Todos nosotros moriremos una sola vez, y después vendrá el juicio.”

Pero existe una esperanza que va más allá de la muerte y nos consuela en el final de la vida, pero son pocos que la encuentran. Porque la esperanza verdadera se encuentra solamente en Jesucristo y es la única que te dará paz cuando la muerte te acerque. Pablo dijo, “En consecuencia, ya que hemos sido justificados mediante la fe, tenemos paz con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo. También por medio de él, y mediante la fe, tenemos acceso a esta gracia en la cual nos mantenemos firmes. Así que nos regocijamos en la esperanza de alcanzar la gloria de Dios.” Las palabras claves son “…por medio de él, y mediante la fe…” La esperanza que buscás se encuentra en Jesús, si estás dispuesto abandonar tu vida egoísta y poner toda tu fe en El. Entonces, la esperanza no es algo que encontramos….es algo que Jesús nos regala a todos los que esperamos en El.

Mar 4, 2010

Libre de Deuda

“Mira que he quitado de ti tu pecado…” Zacarías 3:4

¿Jamás en tu vida has escuchado palabras más dulces? ¿No es exactamente lo que estás buscando….la oportunidad de quitarte la culpa y la vergüenza de tus errores? Mirá que Dios no dice –“he tapado tus pecados”-, o –“he pasado por alto tus pecados”. No, la promesa es que El te quitará de ti tus pecados….por siempre. No existirán mas. No te quedará una cuenta pendiente con el Señor. Podrías estar libre de tu vergüenza, libre de tus temores acerca de la muerte, libre de tu pasado. Pero, ¿Porqué Dios haría tal cosa? Es sencillo….¡El te ama! Te ama tanto que El mandó a su Hijo, Jesús, a ser sacrificado en TU lugar. ¡Así es! Tus pecados merecen un castigo, pero Cristo tomó el castigo de tus pecados sobre sus hombres, y El pagó tu deuda. Por eso, Dios está dispuesto quitarte tus pecados….porque ya fueron pagados. Lo único que Dios te pide es que tú lo creas. Nada más. No tenés que hacer grandes obras de caridad. No tenés que ofrendar grandes sumas de dinero. Sólo tenés que creer que Dios te ama tanto que El pagó tu cuenta, y ahora te quitará tu vergüenza, tu temor, y tus errores. ¡Creé en Jesucristo y tu vida nunca será igual!

Mar 3, 2010

Volver a Casa

“Vuelve a tu casa, y cuenta cuán grandes cosas Dios ha hecho por ti.”

He vivido muchos años separado por la distancia de mis padres, hermanos, y más recién de mis hijos y nietos. Pero de vez en cuando se presenta la oportunidad de volver a casa y acercarme a mis seres queridos. ¡Qué alegría tomar un avión y encontrarme con ellos en el aeropuerto! Abrazos. Besos. Sonrisas. Lagrimas.

Pero a veces, lo que separa los miembros de una familia no es la distancia, sino algo más oscuro y doloroso. Así fue con cierto hombre de Gadara que por mucho tiempo fue tan atormentado que no pudo vivir in su casa con su familia, sino moraba en los sepulcros fuera de la ciudad. Pero algo maravilloso ocurrió un gran día cuando este hombre perturbado tuvo un encuentro con Jesucristo. En Jesús el hombre encontró lo que no pensaba posible…perdón, liberación, y paz. Años de culpa y vergüenza perdonados y anulados por el amor que el Hijo de Dios tiene para los hijos de hombres. Fue hecho un hombre nuevo….y luego, fue a su casa donde seguramente había abrazos, besos, y sonrisas nuevamente.

¿Qué hay en tu pasado que te amarga la vida ahora y te separa de tus seres queridos? ¿Cuáles culpas y vergüenzas llevás como ropas sucias colgados de tus hombres? Tomá el ejemplo del gadareno, y llevá todo a Jesús. Allí encontrarás la paz y perdón que buscás. Vete a Cristo….y luego, volvé a tu casa, y cuenta cuán grandes cosas Dios ha hecho por ti. ¡Dale!

Mar 2, 2010

¡Que amigos!

"En la cancha se ven los pingos".....así es el viejo refrán, y es muy cierto cuando toca el tema de la amistad. Todos tenemos "amigos" que vemos de vez en cuando, compartimos unos ratos lindos juntos, pero nada más. Pero también existen "Amigos" con mayúscula. Son amigos de verdad, quienes me soportan, me creen, me sufren, y me acompañan cuando estoy pasando por el valle de las tinieblas. La Biblia habla de unos amigos así en Marcos 2:1-12. Había un grupo de cinco muchachos en la ciudad de Capernaum, quizás amigos de por vida, pero uno era paralítico de mucho años. Supongo que pasaron mucho tiempo juntos hablando, soñando, compartiendo, porque así se hace entre amigos. De repente, uno se enterró que Jesús estaba en su barrio, en la casa de un vecino, enseñando a una multitud de gente y inmediatamente pensó en su Amigo. Se le ocurrió algo...¿Porqué no llevemos al Amigo paralítico a Jesús? Todos dicen que él tiene autoridad y poder para sanar. Está decidido...y los cuatro levantan al Amigo con la esperanza que su vida esté por cambiar. Pero hay un problema...con tanta gente, no pueden acercarse a la puerta. Ahora es cuando la amistad se pone a prueba. Un amigo minúscula se da por vencido...pone un poquito de esfuerzo...pero cuando la amistad requiere más de él, se hace humo. Pero cuatro Amigos mayúsculas no se rinden nunca! Es su Amigo y harían cualquier cosa para que él tenga la oportunidad de ser sanado! Suben al techo, hacen una abertura en la paja, y con cuerdas atadas al lecho, los cuatro valientes bajan a su Amigo ante Jesús. Lo demás es historia! Jesús, al ver la fe de los cinco, perdona los pecados y sana al Amigo paralítico de tal manera que él salió de la casa caminando con su cama de bajo del brazo y glorificando a Dios. Que maravilloso! Otra vida cambiada por tener un encuentro personal con Jesucristo.
Y vos....¿que clase de amigo sos? Probablemente, conoces a muchos que podrían beneficiarse del amor y poder de Jesús, pero ¿Cuánto esfuerzo hacés para que ellos tengan semejante encuentro? ¿Te diste por vencido?, o ¿Estás dispuesto gastar hasta la última gota de tus fuerzas para que tus Amigos conozcan a Jesús? El los ama, y está dispuesto a perdonar, renovar, sanar, y hacer de tu Amigos unas criaturas nuevas....si vos sos tal Amigo. ¡En la cancha se ven los pingos!